
Los perros de caza fueron desarrollando varios tipos, entre ellos los Los Retrievers y Pointers. Con la intervención de la escopeta, se estableció otro empleo para los perros de caza. Los perros con olfato sensible podían buscar los objetivos del cazador, otros podían buscar la presa mientras un tercer grupo se necesitaba para cobrar las preseas una vez realizado el disparo. De aquí su nombre “Cobrador” que en inglés es “Retriver”. Nuevas características se pedían a estos perros: una boca blanda, para prevenir que se masacrasen a las presas, ya la vez la facultad de quedarse estático en el caso del Pointer, el cual debe permanecer inmóvil cuando localiza el rastro.