Cuando hablamos de cálculos en el sistema urinario, solemos pensar en razas pequeñas o animales geriátricos.
Sin embargo, las razas medianas como el Border Collie, el Cocker Spaniel o el Bulldog también están en riesgo, y con frecuencia, el problema avanza sin ser detectado.
Los cálculos urinarios (o urolitos) pueden formarse en los riñones, uréteres, vejiga o uretra. Al inicio, su presencia puede ser totalmente asintomática, lo que los convierte en una amenaza silenciosa. Con el tiempo, estos minerales sólidos pueden causar inflamación, dolor e incluso obstrucciones potencialmente mortales.
Algunos signos de alerta incluyen:
Aumento en la frecuencia urinaria, esfuerzo al orinar, sangre en la orina o cambios de conducta al hacer sus necesidades. En casos más avanzados, puede aparecer dolor abdominal, vómito o decaimiento.
Una detección temprana marca la diferencia. Un examen de orina, estudios de imagen como ultrasonido y un perfil renal son herramientas accesibles que permiten intervenir antes de que el daño sea mayor.
En el 2025, hablar de prevención ya no es opcional: una nutrición adecuada, hidratación constante y controles veterinarios regulares son pilares fundamentales para cuidar la salud urinaria de nuestras mascotas.
Los cálculos urinarios pueden parecer un problema menor, pero en razas medianas, el silencio puede ser el síntoma más peligroso.
Por: Dr. Oscar J. Alvarez Nefrologo y urologo Veterinario/ CMVZ 2350 – CBNUV 13
