La alimentación canina ha evolucionado notablemente en los últimos años, impulsada por el creciente interés en ofrecer opciones más saludables y naturales para los perros, los cuales se han convertido en un miembro más de nuestras familias.
Los tutores de mascotas buscan productos que no solo cubran las necesidades nutricionales básicas, sino que también promuevan la salud a largo plazo. A continuación se exponen algunas de las actuales tendencias:
Inclusión de carne fresca: mayor calidad y sabor
La carne fresca ha ganado protagonismo en la alimentación de los perros. A diferencia de las harinas de carne o subproductos animales que solían dominar el mercado de alimentos para mascotas, muchas marcas ahora optan por utilizar carne fresca como ingrediente principal, la cual se somete a un único tratamiento térmico.
Este enfoque busca mejorar la digestibilidad del alimento y ofrecer una fuente proteica más palatable y con un mayor aporte nutricional, lo que es crucial para la salud digestiva, el desarrollo muscular y el mantenimiento de la salud general del perro.–

Alimentos “grain free”: ¿moda o necesidad?
Otra tendencia que ha tomado fuerza es la de los alimentos “grain free”, es decir, libres de cereales como el trigo, el maíz y el arroz. Esta moda se ha visto impulsada por el hecho de que algunos perros presentan intolerancias o alergias a estos ingredientes, lo que puede causar problemas digestivos y/o dérmicos.
Sin embargo, es importante señalar que no todos los perros necesitan una dieta libre de cereales. De todos modos, la popularidad de estos productos responde tanto a la demanda de alimentos más cercanos a la dieta ancestral del perro como a la búsqueda de alternativas que promuevan una digestión más suave.
Ingredientes funcionales: más allá de la nutrición básica
Además de proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas, los alimentos para perros incluyen ingredientes funcionales que mejoran la salud general, ofreciendo beneficios específicos para el bienestar integral de los perros.
- Los ácidos grasos omega-3, que apoyan la salud de la piel y el pelo, la salud cognitiva y la salud cardiovascular, además de ejercer un importante efecto antiinflamatorio.
- La glucosamina y la condroitina, que promueven la salud articular.
- Las fibras prebióticas y las bacterias probióticas, que ayudan a mantener una buena salud digestiva al promover el equilibrio de la microbiota intestinal, además de ejercer un efecto inmunoestimulante.
- Los compuestos fitogénicos, que además de ser potentes antioxidantes naturales, aportan múltiples beneficios para la salud digestiva, urinaria, hepática, inmunológica, etc.
- Las frutas y las verduras, que además de su aporte de fibra soluble e insoluble que ayuda a regular el tránsito gastrointestinal, son fuente de carotenoides y flavonoides, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
