¿Sabías que los sacos anales no son algo que se debería apretar de manera cotidiana y tampoco algo que debería hacer el groomista?
Las glándulas anales son dos estructuras ubicadas en las periferias del ano de perritos y gatitos. Cada glándula cuenta con su propio saco llamado saco anal.
La función de los sacos es almacenar un líquido viscoso con un olor bien peculiar y fuerte llamado almizcle que es producido por las glándulas.
Este líquido es encargado de lubricar las heces para que su salida sea suave y no lastime la mucosa del ano.

Además, los sacos anales también tiene una función sorpréndete que tiene que ver con la comunicación, identificación y con los estados de ánimo de cada animalito.
Por medio del olor que producen, los animales pueden indicar si se encuentran asustados, alertas, en época de apareamiento etc. Además, ayudan al marcaje de territorios.
Cuando un animal está estresado o en una situación que le provoca mucho miedo libera de forma automática las glándulas para disuadir su entorno por el mal olor.
⚠ Lamentable hay condiciones en las que estos sacos no se vacían y por lo tanto hay un aumento de su tamaño y taponamiento esto se conoce como “saculitis” o “impactación de las glándulas anales”.
¿Debo de vaciar las glándulas anales o permitir que lo haga el groomer?
Los sacos deben de ser vaciados de forma natural.
Existen casos excepcionales como por ejemplo pacientes seniles que han perdido la capacidad de vaciar o por condiciones nerviosas que no puedan hacerlo de forma natural. En este caso se recomienda la intervención de un profesional en la medicina veterinaria.
Si no se tiene el conocimiento ni la precisión adecuada podríamos provocar un rompimiento de estas, además de estimular la sobreproducción de contenido y cargarlas en exceso.
Podemos causar que una glándula normal se irrite, se inflame y se infecte si lo hacemos de forma incorrecta.
¿Qué signos puedo observar en mi mascota con saculitis o impactación?
La impactación puede provocar un gran dolor además de producir estreñimiento en tu mascota y en los peores casos ruptura y una gran infección.
- Se arrastra sentado de “forma cómica”’
- Dolor al defecar, Se lame mucho el ano
- Da vueltas sobre si mismo intentando llegar a su cola
- Fiebre, apatía, falta de apetito
- Puede ser que las glándulas se fistulicen (Se abran) y derramen líquido y sangre.
🔶 Si observas alguno de estos signos es importante que lo lleves a tu veterinario de confianza para que este, lo evalué y recomiende el mejor tratamiento.
🔶 Según el caso podrá administrar medicamentos que ayudarán con la inflamación, el dolor y la infección. En casos más severos el tratamiento podrá ser quirúrgico que incluirá una reconstrucción o una saculectomía (remover las glándulas).

Por: Pavel Matute Médico veterinario colegiado 1907