La decisión de acoger a un nuevo miembro en la familia debe estar íntimamente ligada a la capacidad del adoptante para satisfacer las necesidades específicas de la mascota, las cuales varían significativamente según su etapa de vida.
El Desafío de Adoptar un Cachorro
Los cachorros son notablemente más activos, curiosos y, al ser más propensos a travesuras, son más vulnerables tanto a nivel de salud como de integridad física.
Por ende, demandan una familia que pueda dedicarles tiempo considerable para su guía y disciplina.
A menudo, los hogares con niños pueden ser adecuados, siempre que exista supervisión.
El presupuesto es esencial para cubrir un esquema completo de vacunación, desparasitaciones según análisis, un primer chequeo veterinario y alimentación de alta calidad para un crecimiento óptimo.
Los cachorros requieren una rutina constante para toda su vida, que incluya:
- Alimentación de 2 a 3 veces al día.
- Paseos diarios después de las vacunas.
- Acceso ilimitado a agua fresca.
- Un espacio seguro para descansar y jugar.
- Un área específica para eliminar desechos.
La Adaptación del Animal Adulto
Un perro o gato adulto (generalmente entre el primer y el séptimo año de vida) está mejor adaptado a su entorno, pero requiere el mantenimiento de una rutina constante.
La complejidad radica en que su temperamento y carácter ya están definidos.
Es vital considerar el temperamento: aquellos con carácter reactivo NO son recomendables para familias con niños pequeños.
Los animales sociables se adaptan mejor a hogares con otros perros y niños.
Si la mascota presenta agresividad, es indispensable un entrenamiento de rehabilitación profesional que se centre en extinguir comportamientos indeseables y reforzar las conductas positivas.
Para estos casos, se sugiere una familia sin niños que pueda dedicar tiempo y brindar estímulos positivos.
Para maximizar la compatibilidad y reducir la alta incidencia de devoluciones, se aconseja realizar sesiones de interacción entre la mascota y las familias interesadas.

Este debe ser un proceso lento e informado; de lo contrario, el animal sufrirá el trauma de múltiples abandonos.
En términos de gastos, suelen ser más estables: una revisión anual es suficiente, complementada con vacunación, desparasitación según coprología y alimentación premium.
El Refugio de un Sénior
Los animales sénior son, irónicamente, los más difíciles de adoptar, a pesar de ser a menudo los más plácidos y tranquilos.
Si bien demandan menos ejercicio, requieren chequeos veterinarios más frecuentes y, posiblemente, medicación para condiciones comunes de la edad, como problemas articulares, demencia senil o Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC), o trastornos metabólicos o renales.
Estos animales encuentran la mejor interacción con personas o familias con un ritmo de vida tranquilo y menor actividad física, como jubilados o personas con condiciones de salud que limitan su movimiento.
Adoptar a un animal sénior es una opción excelente para hogares donde los hijos ya son adultos o para quienes buscan una compañía tranquila, siempre que puedan asumir el coste de los cuidados veterinarios que esta etapa de la vida conlleva.
Realizado por: M.V. Emely Palacios Col. 2367

