El color normal de la orina en un perro sano es un amarillo transparente, a menudo descrito como “amarillo paja”, “doradopálido” o “ámbar”. Esto indica una buena hidratación y función renal. Variaciones pueden señalar problemas:
Amarillo claro o casi transparente: Puede significar que el perro está bebiendo mucha agua, lo cual es normal si hace calor o ha hecho ejercicio. Sin embargo, si es excesivamente diluida, podría indicar problemas como diabetes o enfermedad renal.
Amarillo oscuro o anaranjado: Suele indicar deshidratación, ya que la orina está más concentrada. También podría relacionarse con problemas hepáticos o breakdown muscular.
Rojo, rosado o con sangre visible: Presencia de sangre, que puede deberse a infecciones del tracto urinario (ITU), piedras en la vejiga, traumas o incluso cáncer. Requiere atención inmediata.
Marrón o oscuro: Podría indicar hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), problemas hepáticos o envenenamiento. Es una señal de alerta.
Verde o con tinte verdoso: Raro, pero puede apuntar a infecciones bacterianas graves o problemas biliares.
Turbio o nublado: A menudo signo de infección, cristales o pus en la orina.
Recuerda que esto no sustituye una visita al veterinario; si notas cambios, consulta a un profesional para un diagnóstico preciso.
❌ El olor normal es leve y no muy fuerte. Un olor más concentrado puede ser normal si la orina está oscura por deshidratación. Sin embargo:
❌ Olor fuerte o fétido: Comúnmente indica una infección del tracto urinario (como cistitis), bacterias o inflamación. Si es muy amarillo y oloroso, la deshidratación es la causa más común.
❌ Olor dulce o afrutado: Podría sugerir diabetes, ya que el azúcar en la orina atrae bacterias y cambia el aroma.
❌ Olor a amoníaco: Indica concentración alta por deshidratación o problemas renales crónicos.
La dieta, medicamentos y género influyen en los olores. Ante letargo, vómitos o dolor, consulta al veterinario.

