Aunque parezcan inofensivos, los caracoles y babosas pueden ser portadores de un parásito peligroso llamado Angiostrongylus cantonensis, conocido como el “gusano del pulmón de las ratas”.
Este parásito tiene un ciclo complejo en el que participan ratas y moluscos, pero también puede afectar accidentalmente a perros, gatos e incluso a humanos.
Los animales se infectan al ingerir estos moluscos directamente o al lamer objetos contaminados con su baba, como juguetes, plantas o platos.
Una vez en el organismo, las larvas pueden migrar hasta el sistema nervioso central y generar síntomas neurológicos graves.

Aunque este parásito es más común en regiones tropicales y subtropicales, ya ha sido identificado en países cercanos como Costa Rica y México, y no se descarta su presencia en Guatemala.
Síntomas más comunes:
Rigidez en cuello o columna, temblores, dificultad para caminar, debilidad en las patas traseras, fiebre o sensibilidad al tacto. Estos pueden aparecer días o semanas después del contacto.
La mejor forma de prevención es evitar que tus mascotas tengan acceso a caracoles o babosas, mantener limpios sus platos y juguetes, y acudir al veterinario ante cualquier síntoma neurológico.
El conocimiento y la prevención son clave para proteger su salud.

Realizado por: MV. Oscar J. Alvarez- CMVZ 2359
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