Un voluntario del The Mare and Foal Sanctuary, santuario de yeguas y potros, lo encontró y consiguió llevarlo con vida hasta la finca de la organización, donde se recupera y crece rodeado de atención. “Está vigilado por voluntarios 24 horas al día”. Este santuario fue creado en 1988 por Rosemary Kind, una amante de los animales que rescata a caballos y ponis abandonados en su Inglaterra natal.
A pesar de los constantes cuidados, el pequeño Breeze, no alcanza el mes de vida y echa de menos durante las noches el calor del cuerpo de su madre. La solución ha llegado en forma de un oso de peluche XXL. Un enorme muñeco junto al que se acurruca cada noche y que parece confortar al pequeño.