Este perro caminaba solo por las calles de Valparaíso, ganándose la comida a fuerza de simpatía. Moviendo la cola y siguiendo a los turistas, Chili dog, sobrevivió la soledad y hambre tras ser abandonado por sus dueños cuando era un cachorro.
Kaylan O’Connor y su familia lo conocieron cuando disfrutaban de un crucero, al visitar este famoso puerto chileno. Chili Dog se sentó a sus pies para sacarse una foto y no se despegó más del grupo. Un miembro de la familia comenta: “nos siguió todo el resto del viaje jugando con nosotros. Sabíamos que necesitaba un hogar y nos encantan los perros”. Sin embargo, era su último día de vacaciones y debían regresar a Estados Unidos para seguir con su vida.
“El amor es más fuerte”, dice la frase. Y nada mejor que este caso para demostrarlo. Apenas instalada en su casa, Kaylan se contactó con Red de Defensores y Rescatistas de Animales (EDRA), una organización chilena de defensa del animal y así comenzó una búsqueda intensa que llevó más de un mes. Cuando pensaban que los volantes o las recorridas por Valparaíso ya no iban a dar resultado, una voluntaria lo ubicó.
Y la operación reencuentro con su familia adoptiva comenzó. Fueron más de 60 días y les costó a los O’Connor más de 2000 dólares pero, tras vacunarlo y prepararlo, Chili se subió al avión y llegó a los brazos de sus nuevos dueños.
Hoy es un rey. Tiene casa y sillón propio, viaja en camioneta, pasea por la plaza y juega –incansable- junto a Auto y Klaus- sus hermanos “perrunos”.
Afortunadamente para Chili, su historia tuvo un final feliz.
Fuente: www.BBCMundo.com