En la unidad de seguridad presidencial hay 11 agentes caninos, entre ellos un snauzer, dos pastores alemanes y varios labradores. Su trabajo consiste en detectar explosivos, armas o cascabillos.
Registran cada centímetro de los locales donde se realizarán reuniones con dignatarios internacionales con el fin de asegurar que el área esta segura para el Presidente, el Vicepresidente o la Primera Dama de Guatemala
La Policía Nacional Civil y la SAAS activan este poder perruno para encontrar explosivos o drogas ya que su olfateo puede encontrar hasta la mercancía mejor escondida.
La agente Thalía ya lleva cuatro años y medio de servicio y su eficiencia sorprende a cualquiera. Carla Shakira es una pequeña agente de raza Beagle y asiste a eventos para familiarizarse, pero todavía no puede encontrar explosivos a diferencia de Thalía que es una campeona.
Cuando el ex presidente George W. Bush visitó Guatemala la seguridad del exmandatario trajo a sus propios canes, como no estaban convencidos de que los perros guatemaltecos pudieran participar, propusieron una prueba, ellos escondieron explosivos en un gran salón y soltaron a los dos equipos que después de 15 minutos, los perros extranjeros no encontraron nada y a Thalía le bastaron 30 segundos para dar con el explosivo.
Hembras al ataque
Se dice que las hembras tienen mejor comportamiento y son más disciplinadas, por eso en la SAAS los agentes caninos casi sólo son chicas, a excepción de Iván, un cachorrito labrador y Bad, un snauzer.
Luis Fuentes, entrenador de perros policías graduado en Colombia comenta: “Primero se les entrena durante seis meses y después reciben reentrenamiento diario”, agrega. “El reentrenamiento en realidad es un juego para ellos.”
Todos los perros deben ser nobles y no agresivos para este trabajo. Estos perros están en contacto con gente, se dejan acariciar y les gusta que los rasquen como a cualquier perro. La raza no importa, lo que importa es la nobleza, la inteligencia y la curiosidad.
Lo que se necesita para entrenarlos es amor y paciencia, dice Fuentes. Nunca hay castigo físico, los perros aprenden con premios y no con golpes.
Se alimentan de concentrado ProPlan de Purina una vez al día y reciben la visita del veterinario por lo menos dos veces a la semana, estos perros se entrenan desde cachorros y viven con los agentes de la SAAS hasta que mueren incluso sus años de jubilación los pasan con ellos.
Fuente: www.elperiodico.com.gt