El sentido materno también lo podemos demostrar a travez de nuestras mascotas que son parte de nuestra y nos llenan el corazón de amor. Esto va dedicado a la mamá perruna o gatuna que, con o sin hijos humanos hemos compartido nuestro amor de mamá.
Me alimentas cuando tengo hambre,
Pones agua en mi plato,
Te preocupas cuando me enfermo y me tapas al dormir.
Sonríes con mis ocurrencias,
Y suspiras cuando me dejas lamer tus manos.
Me llevas en tu corazón
A pesar de que me haya comido tu zapato favorito.
Me enseñas a venir cuando me llaman,
Me enseñaste cómo sentarme.
Te espero por las tardes para salir a caminar.
Siempre tendrás mi amor y lealtad,
Hasta el amargo final,
Porque, después de todo, es simple ver…
Que no solo eres mi mejor amigo, eres mi mamá
Consentir o humanizar a las mascotas
Es importante no olvidar que una mascota NO es una persona y “humanizar a tu amigo puede traer graves consecuencias tanto para nosotros como para ellos:
Dificultades para socializar:
Les cuesta relacionarse con otros perros y pueden padecer de ansiedad, estrés e incluso agresividad.
Pérdida de identidad:
Se les olvida como ser “Perro” y disfrutar de paseos, ensuciarse, correr, etc…
Se pasan por alto sus necesidades:
Por ejemplo, alimentarlo con nuestra comida, olvidamos que él necesita nutrientes para sus huesos y su organismo que solo una comida preparada especial para perros y de alta calidad puede aportar.
“Dejar de humanizar NO significa que debamos dejar de mimar a nuestros animales ni mucho menos. El secreto está en encontrar el equilibrio.”