Como dueños de mascotas solemos cometer errores en la educación de nuestro perro, y nos frustramos y pensamos que es él quien tiene el problema, porque nosotros lo hacemos todo bien. Educar a un perro no solo consiste en alimentarlo, cuidarlo y jugar con él. Educarlo nos garantiza una buena convivencia y un estrecho vínculo afectivo.
Errores más comunes al educar a un perro
1. El mal del pipi
Supongamos que nuestro perro orina la alfombra. Al tiempo te das cuenta y lo levantas de su cama y lo regañas fuertemente, (recordemos que nuestra mascota no habla nuestro idioma, solo comprende nuestros gestos corporales y faciales de agresividad).
Lo que tu perro interpretará no es que lo prohibido es orinar la alfombra, sino que lo prohibido es estar en su cama. Pues el acto del regaño es efectivo solamente si es en el momento que el perro está haciendo algo que no queremos. Ni un minuto después, ¡tiene que ser en el instante!
Cuando encuentres al perro haciendo sus necesidades en un lugar prohibido regáñalo con un fuerte “NO” y llévalo al lugar designado. No restriegues su hocico en su orina. Es recomendable recompensarlo cuando lo encuentres haciendo en el lugar que le designes. Mientras más veces sea recompensado más repetirá el comportamiento que queremos.
Consejo: Si elegiste un lugar como el patio o el baño y le pones periódico, déjale un poco de olor (gotitas de pipi o un trocito de excremento en el periódico) para que el perro logre asociar que es el lugar adecuado para eso, asegúrate que en el resto de la casa no huela a pipi, se puede trapear, usando el trapo solo en el lugar donde ensucio y luego lavarlo para no esparcir el olor.
2. Perro que huye
Cuando nuestro perro sale huyendo y lo llamamos y no viene, generalmente nos enojamos y lo regañamos. Entonces, como no viene lo persigues, y él piensa ¡juego! O ¡me va a pegar!, Y corre más.
Con esto el perro aprende que cuando lo llaman lo están regañando, o le estamos enseñando a no venir. Lo que debemos hacer es esperar con paciencia a que llegue a ti y recompénsalo con una caricia, con un juguete o una felicitación cuando se acerque.
Consejo: Puedes empezar en lugares pequeños y sin distracciones para asegurarte que el perro está poniendo atención, y poco a poco llevarlo a lugares más amplios y con mayor distracción.
3. El perro destrozador
Si llegas a casa y encuentras un sillón destrozado o tu zapato mordido. Te preguntas ¿Quién es el responsable de esto? Y aparece tu perro con cara de “yo no fui” y ojitos de ternura. Pues la respuesta correcta es: ¡Tú eres el responsable!
Nuestros perros están varias horas solos y tienen que ocupar su tiempo en algo y muchos de ellos lo hacen destruyendo, algunas veces para llamar la atención, por eso es importante jugar con ellos y pasearlos diariamente.
Consejo: Cuando te vayas de la casa déjale juguetes para que se entretenga. También te debes tomar el tiempo para enseñarle lo que se puede o no hacer en la casa.
Revisado por. Jacobo Escobar / Adiestrador canino ALFACAN.
Tel 2363-6108