Los perros son mundialmente conocidos como el mejor amigo del hombre y en efecto, es así, son nuestros mejores amigos de cuatro patas, nariz fría y cola agitada.
Pero, ¿por qué podría ese mejor amigo tornarse un poco agresivo con su amigo humano? En muchos casos puede tratarse de un tema de comportamiento, por alguna situación que detonó esa reacción de defensa en el perro, en el que sufrió algo desagradable y ahora su reacción será tratar de defenderse para no volver a pasar por el momento desagradable.
Sin embargo, puede haber otras causas por las que nuestro perro puede estar de mal humor y cambiar su carácter normal.
Una de esas es el dolor, en muchos casos cuando pensamos en dolor, nos imaginamos el dolor agudo de un perro llorando y cojeando de alguna de sus patas, pero esto no es así todo el tiempo, el umbral de dolor de los perros es muy alto y en muchos casos pueden estar sufriendo dolor sin quejarse, en muchos casos incluso se acostumbran a vivir con dolor en alguna parte de sus cuerpos, es entonces cuando se convierte en dolor crónico.
El dolor crónico puede presentarse principalmente en perritos de edad avanzada, ya que su cuerpo empieza a deteriorarse por el paso de los años y las articulaciones son muchas veces, las primeras en sufrir alteraciones por el desgaste del ejercicio o de unas libras de más.
Es muy importante que, como cuidadores de nuestro amigo peludo, podamos detectar estos cambios que aunque muy sutiles, pueden ser indicadores de que nuestro perro no la está pasando bien.
Cosas como un perro que camina más lento, que duda para subir gradas o subirse a un mueble, pueden ser pequeños cambios que podrían indicar la incomodidad o presencia de dolor de nuestro perro y en algunos casos este malestar, puede llegar a convertiste en cambios de carácter hasta llegar a transformarse en agresividad.
Otros padecimientos como infecciones en orejas o boca, pueden también llegar a ser muy dolorosas y comprometen el bienestar de nuestro perro, ocasionando que su humor no sea bueno y reaccione de manera agresiva.
Es muy importante prestarles atención a estos cambios de temperamento para poder hacer algo al respecto para que tanto el perro como las personas que conviven con él, estén cómodos y seguros.
Visitar al veterinario al notar este tipo de cambios es indispensable para que un profesional de la salud pueda revisar a tu perro para poder determinar si hay algún padecimiento que esté aquejando a tu querido amigo peludo y ya sea una infección o dolor en articulaciones por la edad o un golpe, puedan ser tratadas, y así, tu y tu perro puedan volver a ser los grandes amigos de antes.