Historia real de un perrito rescatado por Juan Pablo Zea en Guatemala.
Corriendo juntos en la vida. Mi historia comienza el pasado mes de julio 2023, yo estaba no sé ni donde pero de repente vi a alguien caminando por la calle y se me ocurrió acercarme en escondidas por atrás para pegarle una de esas mordiditas de cariño en el camote y cuando se la doy el tipo brincó de un susto que hasta me asusto a mi también.
Cuando se volvió a mi, me vio asustado y me dijo “creo que te asuste más yo a ti, que tu a mi” y me dio unas palmaditas en mi cabeza y se río!!! Se dio la vuelta y siguió su camino 😥
Como soy reshute lo empecé a seguir y caminamos un rato cuando me di cuenta él se despidió de mi. “Se pone a correr, yo dije, ¿qué raro tal vez quiere que lo siga? … Y así fue, lo seguí y lo seguí y lo seguí.
Cuando él paraba, yo me ponía en dos patitas y le echaba porras, le decía “sigamos” y seguimos y seguimos. Cuando veo… llevamos 1…2…3…hasta los 10 km pero el parecía paparazzi , no entendía su juego de tomarme vídeos y fotos . Yo solo corría de alegría.
“Luego llegamos a una casa, y muy amablemente me dió un poco de agua en un guacal. En eso, se sentó a la par mía…” (creo que él estaba más cansado que yo jajajajajaja), “me dijo “me llamo Juan Pablo, me gusta correr, hacer bici y nadar, hago mucho deporte y se ve que tenés talento para seguirme el paso. De ahora en adelante tu nombre será Hoka“
Ese mismo día me llevaron a darme un baño, vacunarme, desparasitarme, revisarme…y se dieron cuenta que soy una perrita joven con mucha energía.
Y fue así como nos hicimos compañeros atletas. Si él corre, yo voy corriendo a su lado; si él va en bici, me lleva en su espalda y si él nada… Pues lo espero en la orillita porque todavía me falta aprender bien y agarrar valor
Yo lo escogí a él y él me aceptó. A veces no son los humanos los que nos rescatan, somos nosotros los que los llegamos a salvar a ellos. Y cuando el amor es mutuo, la recompensa es grande
Historia enviada por: Juan Pablo Zea Soto