Al momento de la elección de una mascota como perro, necesitamos tener en claro, para que lo vamos a adoptar. Una vez sabido esto, deberíamos escoger la raza más adecuada. Lo mejor es consultar con un veterinario, ya que él sabrá perfectamente guiarlos correctamente.
La raza no lo es todo
Puede que escuchemos hablar sobre perros que son terribles, y peligrosos como los rottweilers, dogos, etc. Ya que su raza es de naturaleza, protectora, estos perros no siempre son “malos” o “peligrosos” como la gente piensa.
Hay una gran influencia en la crianza del animal, así como el ser humano tiene distintos comportamientos de acuerdo a sus vivencias de niño y de adolescente, el perro es exactamente igual. Debemos criarlo, como queremos que sea, pero también debemos tener cuidado al tratarlo como un humano, ya que esto provocará que se crea el jefe de manada, y hará que tome el control; Esto provocará que no te haga caso, y literalmente que haga lo que quiera.
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Sé el Jefe de la manada
Como ya es muy escuchado por el famoso César Millán: Hay que ser el líder de la manada. Los perros, descienden de la familia de los lobos, eso nunca hay que olvidarlo, ellos tienen comportamientos totalmente distintos a los nuestros, por lo tanto retarlos si hacen algo que no nos gusta, no servirá de nada, o por lo menos no servirá si no eres tu el jefe de la manada.
Ser el jefe de la manada, es una pista importante para que el comportamiento del perro sea como queremos que sea. Si tu dejas que el perro tome el control de la manda, tu tendrás que hacer lo que él quiera, y esto por supuesto no es nada bueno.
Para lograr esto, es simple, no dejes que haga lo que quiera, por ejemplo: ¡no lo dejes subir a tu cama! , ¡No son humanos! no le des comida si te pide, demuéstrale quien manda! Tienes que tomar el control, y hacer lo que tú quieras que haga. Eso si, con respeto y sin ser agresivos, porque de lo contrario conseguirás un perro agresivo, miedoso y alterado.
Fuente: cuidadomascotas.com