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Entrenamiento y alimentación de perros de búsqueda y rescate

El perro de rescate se utiliza para detectar la presencia de personas sepultadas bajo escombros en derrumbes y terremotos, lodo o nieve. Las escuelas de entrenamiento más renombradas son la suiza, la alemana y la estadounidense.

La creencia general es que el perro busca el rastro de la persona, y en realidad está entrenado para oler partículas de olor que desprenden los humanos. Es muy importante que los perros estén entrenados para detectar partículas que el ser humano desprende bajo situaciones muy específicas como ahogamiento, stress o muerte.

Cuando el perro ha localizado el foco de olor para el que fue entrenado, avisará a su guía, ladrando constantemente y sin moverse del lugar. Una vez localizado el punto exacto, se retira al perro para proceder con los equipos de rescate.

Cualquier raza de perro puede ser entrenado para ser rescatista, siempre y cuando presente aptitudes de obediencia, concentración y agilidad, entre otras. Un perro de salvamento necesita alrededor de dos años de entrenamiento para estar listo para trabajar en campo.

El juego representa un papel muy importante durante el entrenamiento.

Mediante juegos, el perro aprende a asociar que la víctima es igual a un premio, por lo que durante el rescate se encuentra constantemente buscando rastros de olores de humano para los que fue entrenado.

Los perros de búsqueda y rescate deben de recibir un cuidado médico especial durante toda su vida, supervisada por un veterinario. También deben de recibir una alimentación de calidad, especial y adecuada a su edad y condición, ya sea de entrenamiento, descanso o trabajo. Todo el alimento que reciban debe provenir de productos Premium o Super Premium de calidad que garantice su desempeño y salud.

Los perros de búsqueda y rescate son unos seres únicos y maravillosos que trabajan al 100% para el ser humano y que merecen un agradecimiento muy especial por parte de toda la sociedad.

Una mascota Sana es una mscota feliz

M.V.Z. Ma. Miguel Ángel López Núñez