Un día en el facebook una muchacha publicó que necesitaba ayuda porque su perrita había tenido cachorritos y su mamá no podía criarlos y que tenía que ubicarlos en alguna casa.
Me conmovió mucho y le dije a mi esposo e hijo que fuéramos a verlos. Cuando llegamos, ellos no estaban muy convencidos porque los bebés parecían ratitas y los 12 perritos estaban metidos en un baño de ropa, ¡vieran que imagen! Entre los 12, había una con cara de melancolía, que tenía los mismos colores que Leah, mi esposo la escogió.
Leer también: La historia de Osi-Itta
Ella era un saquito de pulguitas, inmediatamente la llevamos con nuestro veterinario, la desparasitó, le puso el antipulgas y nos dijo que la mantuviéramos alejada de Leah por 24 horas. Fue terrible oírla llorar en la noche y no poderla subir a nuestro cuarto como Leah. Ya después de las 24 Horas se la presentamos a Leah y se llevaron súper bien. Se adoran y nosotros a ella, se llama Zoe y es una cruza de “salchishnauzer”.
Es súper cariñosa y bailarina. Todos en la casa la súper consienten, Zoe se ganó su lugar en la casa y en nuestros corazones. No importa la raza, es súper inteligente pero su amor es su hermanita Leah, lo primero que hace en la mañana cuando se despierta es saludar o despertar a Leah y después a los demás. En casa amamos a nuestras 2 bebés y no distinguimos razas ni nada, el amor es parejo.
Historia proporcionada por: Jahaira Flores
Editado: 10-04-2015