Según estudios realizados los gatos son mejores terapeutas para niños con autismo gracias a su mirada. ¡OMG!
En la publicación realizada en lavanguardia.com/ nos explica que los niños con Autismo tienden a tener una conexión más fuerte con los gatos que con los perros. Ya existían evidencias sobre la fuerte conexión de los gatos pero no se tenia una razón exacta, la investigadora Marine Grandgeorge, profesora de etología en la Universidad de Rennes 1, ha descubierto la causa principal.
“El gato ofrece métodos de comunicación visual que parecen adaptados a los de los niños con autismo, tienen miradas cortas pero frecuentes; por su parte el perro prefiere las miradas largas”, explica Grandgeorge.
El niño o la niña con autismo se siente, más tranquilo si tiene a un gato al lado. “Los gatos tienden a apartar la mirada después de breves momentos de contacto visual, lo que probablemente hace que el niño se sienta más cómodo”, añade la investigadora.
Según la investigación los niños con autismo les resulta más agradable y cómoda la mirada de un gato que la mirada de un humano. Nuestra mirada lleva demasiada información que les resulta difícil de comprender, en cambio la mirada del gato es menos complicada de manejar en términos de información y diversidad.
También se hace énfasis que la relación que puede construir un niño con autismo y un perro no es menos fuerte, pero se establece de forma distinta,
Otros de los aspectos que se destaca es que los gatos se comunican principalmente por señales, mediante el lenguaje corporal de sus orejas, cola, postura del cuerpo. Además, a los gatos les gusta el ambiente calmado y sin sonidos estridentes, entorno que también favorece y resulta más cómodo para los niños con Autismo.
En conclusión esta investigación abre las puertas para incrementar así el trabajo terapéutico con gatos de niños con autismo, ya que hasta ahora es más frecuente la terapia con perros o con caballos.