Las enfermedades en la piel del gato se observan relativamente menos frecuente que en los perros, el gato al tener un hábito de acicalamiento tiende a quitar cualquier tipo de alergeno presente en la piel y, por lo tanto, el crecimiento de patógenos como bacterias u hongos es muy limitado.
Aparte del acicalamiento, que hace el gato por si solo, es importante que como tutores se encarguen de realizar el cepillado del pelaje con el fin de eliminar pelo muerto, basura grande que pueda acumularse y poder evitar la formación de nudos.
La frecuencia del cepillado dependerá del tipo de pelaje que tenga tu gato; si tenemos una raza con pelaje largo y abundante este deberá realizarse como mínimo 1 vez al día, todos los días y si por el contrario el pelaje es corto podrá limitarse a 2 veces por semana.
Debemos recordar que la piel es el órgano más grande no solo de los humanos, sino también de los animales y al igual que con nosotros funciona como una barrera que protege nuestros órganos internos del exterior y cuando esta barrera se encuentra dañada por heridas, por alergenos o en algunos casos incluso por el propio cuerpo (enfermedades autoinmunes) existe mayor riesgo que se presenten enfermedades.
Otro factor importante para considerar es que cada uno de nuestros gatos es especial a su manera y sus personalidades tienden a ser tan diferentes que incluso periodos de estrés, cambios de rutina o cambios en su ambiente pueden detonar un problema en su piel.
Signos que podríamos notar si nuestro gato tiene problemas de piel son:
- Rascado excesivo, ya sea de forma general o algún área en específico
- Pérdida de pelo, de forma general o áreas específicas
- Humedad en la piel
- Costras
- Inflamación de la piel
- Pústulas o bombas sobre la piel
Nuestras mascotas al tener abundante pelo sobre su piel puede que las lesiones nos pasen desapercibidas, pero si realizamos un cepillado constante de nuestro gato podríamos encontrar las lesiones de forma prematura y dar un tratamiento adecuado y efectivo sin que llegue a complicarse significativamente.
Puede que nuestro gato presente uno o varios tipos de lesiones sobre su piel, pero lo más importante es que en cuanto notemos que algo en su comportamiento o en su aspecto sale de lo normal, se lleve a una revisión para que el médico veterinario pueda examinarlo a detalle y determinar los exámenes adecuados para que su salud sea restablecida lo más pronto posible.
Es importante que recuerdes que una pequeña lesión en la piel a la cual no se le da la atención debida puede empeorar rápidamente; al igual que si no se utiliza el tratamiento adecuado.
Por MV. Margarita Chután Col. 2250